domingo, 15 de marzo de 2015

SEMLOR 

¡Hola a todos! Por fin.... ¡Hemos vuelto! Tras unos meses de ausencia volvemos al blog. No hemos dejado de hacer dulces en ningún momento pero la falta de tiempo durante la semana y el no parar por casa los findes nos ha dificultado un poco la tarea. Bueno quizás que un dulce (o más de uno) terminara en alguna barriga antes de echar la foto también ha influido algo :)
Por eso, hemos querido aprovechar esta mañana nublada de domingo, tras una cena de sábado en casa con amigos, para retomar nuestro querido blog. Y como siempre nos gusta enseñaros recetas acordes con la época del año en la que nos encontramos hoy os traemos los ''Semlor''
Se conoce como Semla (Semlor en plural) a un pastelito de Cuaresma, tradicional en Suecia, Finlandia y Estonia. Son una masa enriquecida con leche, mantequilla y huevo, aromatizada con cardamomo y que una vez horneada se rellena de crema de mazapán o de nata montada.
Los Semlor, también conocidos como fastlagsbulle (sueco), laskiaispulla (finlandés) o fastelavnsbolle (danés y noruego), han evolucionado desde su origen, cuando era un bollo de pan normal que se tomaba con leche caliente, servido normalmente como postre o merienda, dentro de un tazón, recibiendo así el nombre de Hetvägg.
Son más densos que los bollos españoles; hay que masticarlos y dejar que sus aromas estallen en la boca.



Hemos utilizado la receta del conocido Iban Yarza.

INGREDIENTES
Para la masa:
450 gr. de harina de fuerza
180-200 gr. de leche
70 gr. de azúcar
1 huevo (55 gr.)
50 gr. de Mantequilla
12 gr. de levadura fresca de panadería ó 4 gr. de levadura
seca
5 gr. de sal
1 cucharadita de cardamomo recién molido
Huevo batido para pincelar

Para el relleno:
250 gr. de nata con un 35% de materia grasa (Nuestra preferida es la Asturiana, y nos resulta fácil de encontrar en las grandes superficies)
40 gr. De azúcar glas 




ELABORACIÓN

  • Calentamos la leche y derretimos en ella la mantequilla. Cuando esté a temperatura corporal incorporamos el resto de los ingredientes y comenzamos a amasar. Al principio la masa se nos pegará a las manos, pero en cuanto sigamos amasando esta sensación comenzará a desaparecer.

  • Volcamos sobre la superficie de trabajo y continuamos amasando estirando la masa, plegándola sobre sí misma y haciéndola rodar. Repetimos este amasado durante unos 8-10 minutos, hasta que la masa esté lisa y brillante.

  • Dejamos que fermente en un recipiente ligeramente engrasado, cubierto con un film transparente y esperamos que doble su volumen, aproximadamente 1 hora y 30 minutos.

  • Una vez haya transcurrido el tiempo, volcamos la masa sobre la superficie de trabajo, la aplastamos un poco y cortamos 8 porciones iguales. Formamos unas bolas haciéndolas girar sobre la superficie de trabajo hasta que quede completamente lisa. Las vamos disponiendo sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal, dejando una separación de al menos 5 cm alrededor de cada bola, para que tengan espacio suficiente para crecer al fermentar. Dejamos que fermenten durante 2 horas, hasta que hayan duplicado su volumen y estén muy esponjosas.

  • Pincelamos con huevo batido y horneamos unos 10 minutos a 230º C. Si vemos que se doran mucho, bajamos la temperatura a 200º C y las tapamos con un poco de papel de aluminio.

  • Una vez fríos cortamos una tapa a los bollos (es muy tradicional hacerlo en forma triangular o circular), retiramos un poco de la miga, (Iban nos recomienda en su receta añadirle de relleno una deliciosa capita de pasta de almendras, pero en esta ocasión nosotras hemos prescindido de ella). Añadimos una capa de nata montada de unos 2 ó 3 cm de espesor ayudándonos con nuestra manga pastelera y una boquilla con forma de estrella, colocamos la tapa del bollo y espolvoreamos con azúcar glas.


¡¡Y a disfrutarlos!! Solos o con un buen vaso de leche caliente. 

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